In: Tratado basico de derechos humanos: con special referencia al Derecho Constitucional latinoamericano y al Derecho Internacional; examen realista-crítico 2
Mientras que los conocimientos de casi todas las demás ciencias sociales —sociología,politología, lingüística, etc.— son poco o nada «útiles» (salvo para sus propiosprofesionales y el mercado editorial propiciado por ellos), en cambio gran parte de lasdisposiciones jurídicas y de la doctrina profesional aplicada a estas tienen toda suertede repercusiones reales para la vida de la gente en general. Mas esta utilidad prácticase compra al precio de que el derecho consiste en discursos cuyo rigor científico esmuy endeble. ; Knowledge produced in nearly all Social Sciences (Sociology, Political Science,Linguistics, etc.) is almost useless or useless at all —except for scientists themselvesor for their own publishing-market. On the contrary, legal precepts and the doctrineapplied to them bring about a large variety of real effects on the concrete life of allpeople. The price paid for that efficiency is having law built as a web of discourseswithout genuine scientific rigor.
This paper deals with ten argumentation elements used to assert that it is NOT theoretically admissible to draw attention on multiple rhetorical uses of the term "rationality". These arguments relate to an academic opinion invoking indisputable professorial correctness (an intraacademic file of doctrinal nature analogous to "political correctness") in current Theory of Law. The ideas supported in said document are validated as irrefutable theoretical bases, and their unquestionable nature would be demonstrated precisely by those arguments. Thus, the rebuttal of realistic studies on numerous rhetorical uses of said term, effectively used by judges quite often, would be clearly demonstrated. This analysis, on the contrary, reveals the main fallacies of the ignoratio elenchi modes of the "logical' structures" on which the aforementioned ten arguments are based correspondingly. ; Este trabajo se ocupa de analizar diez unidades de argumentación interpuestas para fundamentar que NO es admisible teoréticamente llamar la atención sobre múltiples usos retóricos del término «racionalidad». Esos argumentos pertenecen a un dictamen portavoz de lo correcto profesoralmente (expediente intraacadémico de clausura doctrinaria análogo a lo «políticamente correcto») en la actual Teoría del Derecho. Las tesis sustentadas en tal documento se hacen valer allí a título de bases teoréticas in-impugnables, su incuestionabilidad estaría demostrada mediante aquellos argumentos justamente. Es así como se tiene por probado que, sin más, quedarían refutadas las puntualizaciones realistas sobre abundantes desempeños retóricos de dicho término, a menudo utilizados efectivamente por los jueces. El presente examen pone de manifiesto, por el contrario, la falaciosidad propia –señaladamente en modalidades ignoratio elenchi– de los esquemas de «lógica» en que se basan respectivamente cada uno de los razonamientos efectuados para sustentar aquellos diez ítems.
This paper deals with ten argumentation elements used to assert that it is NOT theoretically admissible to draw attention on multiple rhetorical uses of the term "rationality". These arguments relate to an academic opinion invoking indisputable professorial correctness (an intraacademic file of doctrinal nature analogous to "political correctness") in current Theory of Law. The ideas supported in said document are validated as irrefutable theoretical bases, and their unquestionable nature would be demonstrated precisely by those arguments. Thus, the rebuttal of realistic studies on numerous rhetorical uses of said term, effectively used by judges quite often, would be clearly demonstrated. This analysis, on the contrary, reveals the main fallacies of the ignoratio elenchi modes of the "logical' structures" on which the aforementioned ten arguments are based correspondingly. ; Este trabajo se ocupa de analizar diez unidades de argumentación interpuestas para fundamentar que NO es admisible teoréticamente llamar la atención sobre múltiples usos retóricos del término «racionalidad». Esos argumentos pertenecen a un dictamen portavoz de lo correcto profesoralmente (expediente intraacadémico de clausura doctrinaria análogo a lo «políticamente correcto») en la actual Teoría del Derecho. Las tesis sustentadas en tal documento se hacen valer allí a título de bases teoréticas in-impugnables, su incuestionabilidad estaría demostrada mediante aquellos argumentos justamente. Es así como se tiene por probado que, sin más, quedarían refutadas las puntualizaciones realistas sobre abundantes desempeños retóricos de dicho término, a menudo utilizados efectivamente por los jueces. El presente examen pone de manifiesto, por el contrario, la falaciosidad propia –señaladamente en modalidades ignoratio elenchi–de los esquemas de «lógica» en que se basan respectivamente cada uno de los razonamientos efectuados para sustentar aquellos diez ítems.
No por cobrar conciencia del carácter retórico e interpretativo-opcional que en muy buena medida tienen los topoi reunidos bajo la heterogénea categoría "derechos humanos", es cuestión de caer en la candidez de pensar que esto pueda enmendarse a fondo. La lógica propia ("gramática") de esos discursos, su "región" lingüística específica, es inconciliable con la posibilidad de ajustarlos sustancialmente a auténticos rigores científicos. Así y todo, unos discursos-DH pueden resultar útiles en la práctica, en cuanto consigan impulsar ciertas soluciones políticas y jurídicas especialmente deseables. Ellos pueden servir de apoyo para frenar abusos del Poder y hasta coadyuvar a la realización de otros fines humanos valiosos, si las condiciones materiales e ideológicas del medio social lo permiten. Solo que, habida cuenta de la necesidad de respaldo popular requerido para esos efectos, siempre son necesarias, para atraer a las gentes en tal sentido, formas de persuasión que respondan a "construcciones" mito-ideológicas sobre la naturaleza de las relaciones humanas. Entre esas construcciones del imaginario colectivo, cabe reconocer que el lenguaje-DH, aun tal como es, hoy por hoy constituye el "mal menor" con vistas a propiciar, en muchos respectos, dichos tipos de soluciones. Becoming aware of the rhetorical and interpretative-optional character that, to a great extent, those topoi gathered under the heterogeneous category of "human rights" have, does not translate into the naiveté of thinking that this can be fixed significantly. The proper ("grammatical") logic of such discourses, their specific linguistic "region," is not compatible with the possibility of adjusting them substantially in order to meet authentic scientific standards. Having said that, some human rights discourses can be useful in practice, insofar as they manage to bolster some political and legal solutions that are especially desirable. These discourses can help restrain abuses of power, and even participate in realizing other valuable human goals, if the material and ideological conditions of a given society allow it. However, taking into account the popular support required for such purposes, in order to attract people there is always a need for forms of persuasion that respond to mythical-ideological constructions about the nature of human relationships. Among those constructions of the collective imagination, it is fair to recognize that human rights language, even in that form in which it is found today, currently offers the "lesser evil" with the aim of furthering, in many respects, such solutions.
No por cobrar conciencia del carácter retórico e interpretativo-opcional que en muy buena medida tienen los topoi reunidos bajo la heterogénea categoría "derechos humanos", es cuestión de caer en la candidez de pensar que esto pueda enmendarse a fondo. La lógica propia ("gramática") de esos discursos, su "región" lingüística específica, es inconciliable con la posibilidad de ajustarlos sustancialmente a auténticos rigores científicos. Así y todo, unos discursos-DH pueden resultar útiles en la práctica, en cuanto consigan impulsar ciertas soluciones políticas y jurídicas especialmente deseables. Ellos pueden servir de apoyo para frenar abusos del Poder y hasta coadyuvar a la realización de otros fines humanos valiosos, si las condiciones materiales e ideológicas del medio social lo permiten. Solo que, habida cuenta de la necesidad de respaldo popular requerido para esos efectos, siempre son necesarias, para atraer a las gentes en tal sentido, formas de persuasión que respondan a "construcciones" mito-ideológicas sobre la naturaleza de las relaciones humanas. Entre esas construcciones del imaginario colectivo, cabe reconocer que el lenguaje-DH, aun tal como es, hoy por hoy constituye el "mal menor" con vistas a propiciar, en muchos respectos, dichos tipos de soluciones. Becoming aware of the rhetorical and interpretative-optional character that, to a great extent, those topoi gathered under the heterogeneous category of "human rights" have, does not translate into the naiveté of thinking that this can be fixed significantly. The proper ("grammatical") logic of such discourses, their specific linguistic "region," is not compatible with the possibility of adjusting them substantially in order to meet authentic scientific standards. Having said that, some human rights discourses can be useful in practice, insofar as they manage to bolster some political and legal solutions that are especially desirable. These discourses can help restrain abuses of power, and even participate in realizing other valuable human goals, if the material and ideological conditions of a given society allow it. However, taking into account the popular support required for such purposes, in order to attract people there is always a need for forms of persuasion that respond to mythical-ideological constructions about the nature of human relationships. Among those constructions of the collective imagination, it is fair to recognize that human rights language, even in that form in which it is found today, currently offers the "lesser evil" with the aim of furthering, in many respects, such solutions.
Las «verdades» de que se trata en aproximaciones como las promovidas por Rawls, Habermas y los autores «constructivistas» en general, consisten básicamente en unos razonamientos tautológicos; si se pretende tomarlas por verdades empíricas, son falsas o al menos constituyen una tremenda exageración. Esos razonamientos se edifican a partir de ciertas definiciones estipulativas del término «racionalidad», que ahí son persuasivamente introducidas como axiomas sin más para la Razón práctica. Todo ello suministra una ideología, ajustada al paladar de ciertos sectores del mundo académico, mediante la cual se deja fuera de foco cómo funcionan efectivamente el pensamiento y la conducta de la gente en general. Asimismo ella disimula, en especial, la mentalidad dominante en las conductas políticas reales y los resortes propios del razonamiento jurídico profesional en la práctica. El presente estudio pone sobre el tapete las falacias básicas más generales de tales aproximaciones, a través de los siguientes ítems: I. Generalidades. II. Rasgos fundamentales de la orientación esencialista (sus principales tesis carecen de sustentación empírica). III. Racionalidad discursiva «universal» (¿tautologías o narcisismo profesoral?). IV. Eventuales «correspondencias» de orden lógico (¿qué «lógica»?: «explicación», justificación», «fundamentaciones»). V. Eventuales «correspondencias» de orden empírico (¿qué efectividad «práctica»?). VI. Síntesis y conclusión. ; The peculiar kind of «truths» focused on by Rawls, Habermas and some other authors —a new Holy Family in Social Philosophy— arise from various theoretical constructions of (and for) Scholar-Dreammakers. This study aims to clear up which are the basic fallacies in such approaches. Their «truths» consist essentially of some tautological reasoning: a mere logical entailment, analytic arguments; if taken as empirical statements, their assertions are false or, at least, an enormous exaggeration. That reasoning is built on certain stipulative definitions of «rationality» and straightway they are persuasively introduced as absolute axioms for the field of Practical Reason. This provides an ideology that fits the taste of certain sectors of the academic world, which overlooks how people's normal thoughts and their ways of acting do in fact work. Such an ideology disguises, particularly, not only the mentality prevailing in actual political behavior, but also the very practice of legal reasoning.—Issues: I. General Aspects. II. Fundamental Features of Essentialism (their main theses lack empirical backing). III. «Universal» Discursive Rationality (tautologies or professorial narcissism?). IV. Eventual «correspondences» on the Logical Level (what «Logic»?: «explanation», «justification», «foundations»). V. Eventual «correspondences» on the Empirical Level (which «practical» effectiveness?). VI. Summary/Conclusion.
The peculiar kind of «truths» focused on by Rawls, Habermas and some other authors —a new Holy Family in Social Philosophy— arise from various theoretical constructions of (and for) Scholar-Dreammakers. This study aims to clear up which are the basic fallacies in such approaches. Their «truths» consist essentially of some tautological reasoning: a mere logical entailment, analytic arguments; if taken as empirical statements, their assertions are false or, at least, an enormous exaggeration. That reasoning is built on certain stipulative definitions of «rationality» and straightway they are persuasively introduced as absolute axioms for the field of Practical Reason. This provides an ideology that fits the taste of certain sectors of the academic world, which overlooks how people's normal thoughts and their ways of acting do in fact work. Such an ideology disguises, particularly, not only the mentality prevailing in actual political behavior, but also the very practice of legal reasoning.—Issues: I. General Aspects. II. Fundamental Features of Essentialism (their main theses lack empirical backing). III. «Universal» Discursive Rationality (tautologies or professorial narcissism?). IV. Eventual «correspondences» on the Logical Level (what «Logic»?: «explanation», «justification», «foundations»). V. Eventual «correspondences» on the Empirical Level (which «practical» effectiveness?). VI. Summary/Conclusion. ; Las «verdades» de que se trata en aproximaciones como las promovidas por Rawls, Habermas y los autores «constructivistas» en general, consisten básicamente en unos razonamientos tautológicos; si se pretende tomarlas por verdades empíricas, son falsas o al menos constituyen una tremenda exageración. Esos razonamientos se edifican a partir de ciertas definiciones estipulativas del término «racionalidad», que ahí son persuasivamente introducidas como axiomas sin más para la Razón práctica. Todo ello suministra una ideología, ajustada al paladar de ciertos sectores del mundo académico, mediante la cual se deja ...